La diferencia entre el género femenino y masculino, no solamente esta marcada por la apariencia física exterior, hay una marcada diferencia estructural en el cerebro.
Las diferencias psicológicas son mas controvertidas. Muchos niegan existan, alguno dicen que son fruto de una educación sexista y otros que son el resultado de una diferencia genética que nos proporciona un cerebro ligeramente dispar.
¿Mejor, peor, igual? - Ser diferentes psicológicamente no establece ninguna desigualdad. En algunos de los aspectos, la mujer se encuentra naturalmente dotada, en otros es el hombre quien cuenta con una ligera ventaja, pero estos pequeños aspectos, no suponen ninguna brecha que impidan la ejecución de cualquier tarea o cumplir un rol que tradicionalmente este asociado al sexo contrario.
Orígen de las diferencias
- Neurológicamente los cerebros del hombre y mujer, presentan dimorfismos sexuales:
-La estructura que conecta los dos hemisferios del cerebro (cuerpo cayoso) tiene una mayor densidad de interconexión en las mujeres.
-Flujo sanguíneo cerebral mas incrementado en las mujeres que los hombres.
-El cerebro de los hombres esta funcionalmente organizado de una manera asimétrica evidente en las regiones frontales izquierdas, mientras que en las mujeres se evidencia una funcion bilateral.
-El cerebro femenino envejece más despacio.
-Diferencias de densidad neuronal en ciertas zonas.
Diferencias hombre y mujer
-La mujer puede realizar más tareas intelectuales simultáneamente (leer el periódico, hablar por teléono, etc) que el hombre, debido al cuerpo cayoso mas denso.
-El cerebro masculino esta capacitado para una mayor concentración (realiza menos tareas simultáneas, al leer; disminuye su agudeza auditiva).
-El cerebro femenino puede identificar emociones ajenas con mas presición.
-Mejor capacidad espacial y de orientación en el hombre.
-Mejor capacidad de la mujer para el lenguaje.
-Mejor memoria en la mujer.
-La mujer soluciona los problemas centrada en el proceso.
-El hombre soluciona los problemas centrado en la meta.
Mujer y Hombre no son iguales, son complemento!
En origen
todos hemos sido iguales. Puntualizo: hasta las ocho semanas de gestación todos
los fetos parecen tener un cerebro unisex que muchos científicos consideran
femenino. Al parecer, la naturaleza elige el género femenino por defecto y dos
de los nueve meses que hemos pasado en el útero todos hemos tenido ese cerebro
en concreto. Cuando llega esa octava semana, se define el sexo del futuro bebé
y con ello cambian los planos de construcción, en caso de ser niño. Porque si
el bebé es varón, empezará a llegar gran cantidad de testosterona al feto, lo
cual matará neuronas que ya tenía en los centros de comunicación y
paralelamente hará crecer más neuronas en los centros sexuales y de agresión.
De esta manera, configurará un cerebro diferente, masculino. Mientras que si el
futuro bebé es niña, su cerebro seguirá creciendo como una continuación de las
ocho primeras semanas, desarrollando más conexiones en los centros de
comunicación y las áreas que procesan la emoción. Hugo Liaño, jefe del servicio
de neurología del Hospital Puerta de Hierro y autor del libro Cerebro de
hombre, cerebro de mujer lo explica diciendo que "el influjo de la
testosterona cuando el feto está formándose en el útero materno hace mucho más
que esclarecer las características sexuales externas. En concreto, la
testosterona potencia un cerebro masculino y la ausencia de ésta lo
feminiza".Al final, ese hombre y esa mujer resultantes compartirán más del 99% del código genético. Pero ese índice menor del 1% que les diferenciará será determinante, aunque parezca pequeño, ya que ese porcentaje influye en todos sus genes, comenzando por las neuronas.
Un Cerebro para la comunicación
Físicamente, el
cerebro de una mujer es más pequeño que el de un hombre -incluso después de la
corrección por tamaño corporal-, y eso hizo pensar durante siglos que las
mujeres eran inferiores o menos inteligentes que sus congéneres machos. Hoy ya
se sabe que, pese al menor tamaño, todos poseen el mismo número de células. Por
tanto, en ellas las células están más apretadas. Y además se distribuyen de
forma diferente. Si nos atenemos a una observación puramente física, veremos
que en los centros del cerebro para el lenguaje y el oído las mujeres tienen un
11% más de neuronas que los hombres, y que también es mayor su hipocampo -el
lugar donde se forman la emoción y la memoria-. Además tienen más circuitos
cerebrales para el lenguaje y la observación de las emociones de los demás. Con
todo ello muchos investigadores explican que esa configuración del cerebro
femenino es lo que hace que las mujeres sean más dialogantes, sepan leer con
más facilidad las caras del interlocutor y recuerden mejor los detalles que
tienen que ver con el aspecto sentimental. Por eso muchos deducen que el
lenguaje y la conversación es muy importante para las mujeres. La periodista
Teresa Viejo recoge en su libro Hombres. Modo de empleo, ejemplos de la
capacidad comunicativa de las mujeres, al afirmar que hablan mejor las lenguas
extranjeras, que leen mejor y comprenden antes lo leído, tienen más fluidez
verbal utilizando más frases subordinadas, mezclan varios temas en la misma
conversación, vocalizan mejor e incluyen sentimientos en sus disertaciones.
Para Louann Brizendine, doctora en Medicina y autora del libro El cerebro
femenino, este órgano tiene unas aptitudes únicas que ella resume en:
sobresaliente agilidad mental, involucración profunda en la amistad, capacidad
casi mágica para leer las caras y el tono de voz en cuanto a emociones y
estados de ánimo, y destreza para desactivar conflictos.
La diferencia en el funcionamiento
La diferencia en el funcionamiento
Las mujeres procesan
de manera diferente la realidad. Esto se ha podido comprobar objetivamente
mediante la tomografía de emisión de positrones (PET) y las imágenes de
resonancia magnética funcional (IRMf), que permiten ver cómo funciona un
cerebro en vivo. Ante una conversación, por ejemplo, se ha comprobado que las
mujeres utilizan diversas áreas del cerebro, y que hombres y mujeres resuelven
los problemas con células diferentes del cerebro.
Estas pruebas también han demostrado que las mujeres poseen más interconexión entre ambos hemisferios de sus cerebros. Las investigaciones demuestran que los hombres tienen más lateralidad, es decir, que utilizan uno de los dos hemisferios, como si cada uno de ellos estuviese más especializado. Por su parte las mujeres utilizan los dos hemisferios a la vez para razonar, e incluso las fibras nerviosas que enlazan ambos hemisferios son más gruesas en las féminas. No se trata de ser mas inteligente que sus congéneres machos, sino de que la información se procesa de manera diferente.
Estas pruebas también han demostrado que las mujeres poseen más interconexión entre ambos hemisferios de sus cerebros. Las investigaciones demuestran que los hombres tienen más lateralidad, es decir, que utilizan uno de los dos hemisferios, como si cada uno de ellos estuviese más especializado. Por su parte las mujeres utilizan los dos hemisferios a la vez para razonar, e incluso las fibras nerviosas que enlazan ambos hemisferios son más gruesas en las féminas. No se trata de ser mas inteligente que sus congéneres machos, sino de que la información se procesa de manera diferente.
Por esta razón, en 2002 investigadores de
Aceptar y estimular las diferencias
El cerebro de un hombre y de una mujer son
diferentes. La desigualdad está en cómo funciona y se procesa la información.
Muchos investigadores aseguran que mientras ellas son más multifuncionales y
poseen visión de conjunto, ellos son más lineales y apuestan por la
especialización cerebral. Paralelamente, las hormonas de las féminas viajan
disparadas por su cuerpo, poniendo a prueba sus estados de ánimo como una
montaña rusa que muchas intentan controlar mediante los fármacos. Pero el
autoconocimiento del propio cerebro y de cómo influyen en él las hormonas puede
ayudar a a coger las riendas de la vida y dirigirla. Por ejemplo, el que una
mujer sepa que el ciclo menstrual refresca y recarga ciertas partes del cerebro
porque el estrógeno actúa como fertilizante de las células, puede ser
aprovechado conscientemente. No en vano es real que durante las dos semanas que
el cuerpo produce esta hormona se incrementan en un 25% las conexiones del
hipocampo. Y consecuentemente, las mujeres se vuelven más agudas en esas
fechas. Vivimos en un mundo donde la balanza social se ha inclinado hacia el
lado masculino. Ese ha sido el modelo a seguir. En la carrera por la igualdad la
mujer ha adquirido en muchas ocasiones un arquetipo viril que no se corresponde
con lo que habita dentro de ella. Eso ha provocado una desconexión con su
propia naturaleza femenina. Estos últimos descubrimientos sobre su cerebro dan
la razón a lo que algunas ya presentían. La mujer tiene ante sí la oportunidad
de experimentarse a sí misma de una forma renovada, fuera de los esquemas
sociales y culturales vividos hasta ahora. Fuera de la comparación con un
modelo que no es el suyo. Investigar conscientemente la diferencia, sin
esquemas, con valentía, sin pudor, es sin duda el gran desafío. Un paso más
hacia lo femenino.
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